Mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia.


Salmo 129, 6-7

viernes, 2 de abril de 2010

Ojalá no hiciera falta


En esta noche larga y fría, ojalá supiera velar contigo en el Huerto de los Olivos. Ojalá fuera capaz de seguirte adonde te lleven cautivo y no huir despavorido. Ojalá tuviera la valentía de no negarte tantas veces. Ojalá volviera en pos de tu amor, en lugar de arrastrar por la calles la desesperación de haberte vendido. Ojalá tuviera el arrojo de gritar “¡Basta!” y limpiar de tu rostro la sangre y los escupitajos. Ojalá me salieran las palabras para defenderte. Ojalá corriera al lado de tu Madre para consolarla recordando los claros días de tu niñez. Ojalá no hiciera falta todo esto.

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